La nueva alternativa ecológica a la fibra textil tradicional

La llamada “fibra de celulosa”, una alternativa ecológica a fibras textiles tradicionales, puede ayudar mucho.

Todos entendemos la necesidad de manejo sostenible de los recursos y de mayor trazabilidad en los productos finales que consumimos.

Los consumidores finales nos estamos concientizando a pasos agigantados. Es por ello que las empresas que ofrezcan productos que respeten el medio ambiente, siendo más baratos que los que sustituyen, tendrán todas las de ganar.

La “fibra de celulosa”, una alternativa textil al algodón y al poliéster, es un perfecto ejemplo de todas estas características. Este producto, que representa en torno al 6% de los textiles producidos actualmente, se produce con fibras textiles a base de la celulosa de la madera, con lo que es biodegradable.

Esta fibra sirve para la fabricación no sólo de textiles. También hablamos de mascarillas anti-contagio como las que todos usamos en estos tiempos, productos de higiene e incluso aislamientos térmicos para domicilios, que permiten la rebaja de los costos de calefacción y son más fácilmente reciclables que otros productos de aislamiento.

La base de este producto de propiedades casi milagrosas es la pasta de madera en disolución (llamada DWP por sus siglas en inglés) que se produce en plantas de pulpa de madera localizadas en zonas con posibilidad de contar con este recurso cultivado de manera sostenible.

El año pasado BID Invest colideró un ambicioso financiamiento de US$1.100 millones para la empresa brasileña LD Celulose, para construir una de las plantas de pulpa de madera en disolución más grandes del mundo en el estado de Minas Gerais, en Brasil.

Este es un proyecto emblemático y ya premiado, con la participación de la agencia estatal de crédito a la exportación Finnvera y siete bancos comerciales. La planta, que aspira a ser la más eficiente a nivel mundial, busca fortalecer la competitividad de la industria de la celulosa de Brasil al tiempo que apoya los esfuerzos del país hacia la mitigación del cambio climático.

La clave del éxito de la fibra de celulosa está en su combinación de bajo costo con bajo impacto climático  ¿Más ventajas? La fibra de celulosa redunda en menor consumo de agua, ya que precisa de mucha menos para su fabricación que las fibras convencionales. Y ya ha llegado al mundo de la moda, con colecciones íntegramente de este tipo de textil.

En un momento clave para el planeta, el paso hacia modos de producción más ecológicos es clave para el futuro de todos, y nuevas tecnologías de este tipo serán un foco persistente para entidades como BID Invest. Este foco será necesario para implementar nuestra estrategia de Invertir en Revertir, con la ambición de catalizar recursos hacia proyectos sostenibles en la economía real, con efecto multiplicador.

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La conexión al comercio exterior

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