Una historia de especialización e innovación

La industria de Vestuario y Textiles es  el principal exportador de productos guatemaltecos, elaborando prendas que en promedio tienen más de un 50 por ciento  de Valor Agregado y cuyo nivel de sofisticación es elevado comparado con otros países de la región.

En el 2021, a junio las exportaciones de la industria han tenido un incremento de 33.2 por ciento, ratificando el potencial de crecimiento que la industria mantiene hoy en día.

Para llegar hasta aquí, este sector pasó por un proceso de evolución que la ha llevado a ser altamente especializada, atendiendo nichos de mercado que permiten crear prendas más costosas con el valor agregado mencionado.

Convirtiéndose en un ejemplo del avance industrial al pasar de procesos tan simples como el ensamblaje de prendas hasta técnicas altamente complejos que involucran el desarrollo de tejidos  hasta acabados químicos de pantalones jeans.

Una industria en constante evolución desde los 90´s

La industria de Vestuario y Textiles inicia en los años 90 ensamblando o cosiendo tela cortada que ingresaba de Estados Unidos, la cual se convertía  en prendas de vestir sin mayores acabados y luego exportada nuevamente a los Estados Unidos.

Rápidamente se dio el paso a la segunda etapa en la cual ya se cortaba tela en Guatemala, se cosía y luego se exportaba. En 1997 ante la inminente entrada de países como China y Vietnam a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y su incremento en la participación en el mercado de EE.UU. se incia en la conformación del clúster y se incursiona en textileras y empresas de accesorios y servicios, llevando a la industria a la tercera etapa.

A partir de este momento la industria continuó fortaleciendo el clúster y desarrollando sectores conexos, que le permitieron a las fábricas de confección convertirse en fábricas de “paquete completo” es decir que fabrican tela desde la fibra e hilaza, cortan, confeccionan, bordan, colocan accesorios e incluso dan tratamiento con químicos a las prendas.

Esto hace que Guatemala se coloque como un competidor altamente interesante especialmente para nichos como ropa atlética que requieren altos niveles de distinción y tejidos de alta tecnología, como por ejemplo: tejidos que bloquean rayos UVA y UVB, que permiten la ventilación e incluso repelentes para insectos. ¡Todo esto ya es fabricado en Guatemala!

La aprobación del CAFTA en 2006, es un momento clave en la consolidación de la industria, ya que permite al país contar con preferencias arancelarias que fomentan los procesos hechos en Guatemala. El CAFTA permite que  la región se convierta en un lugar más atractivo y competitivo para clientes e inversionistas por tener cercanía con el mercado principal que es Norteamérica.

A pesar de que la participación de nuestro país en el mercado de Estados Unidos ha decrecido, principalmente por una fuerte competencia de países asiáticos capaces de confeccionar grandes cantidades de prendas a costos bajos, el país ha continuado aprovechando el CAFTA y su utilización ha incrementado desde el 42 por ciento  en 2006 hasta más del 78 por ciento en el presente año.

El contexto actual y el renovado interés por crear cadenas de valor más cerca de los mercados finales significa grandes oportunidades para el sector de Vestuario y Textiles guatemalteco que continúa creciendo, modernizándose y avanzando a partir de la tecnología para crear cada vez prendas más sofisticadas, de mayor valor agregado que atiendan necesidades de los mercados más exigentes.

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